Comencemos con una pequeña historia: en el año 2015, 193 países de las UN se pusieron de acuerdo para fijar 17 “objetivos mundiales relacionados con los desafíos ambientales, políticos y económicos con que se enfrenta nuestro mundo”, los conocidos como Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Igualdad de género, reducción de las desigualdades, cuidado del medio terrestre y marino, fin de la pobreza, educación de calidad, salud y bienestar para la población global, y muchos otros objetivos que en definitiva suponen una serie de desafíos que estamos llamados a cumplir individualmente y colectivamente como parte de un mundo cada vez más interconectado y necesitado.
Aquellos y aquellas que viajamos por el mundo debemos ser excepcionales embajadores y embajadoras de estos compromisos, ya que mantener y mejorar nuestro planeta es una cuestión de presente, de futuro y también del legado no material que se perdería si no avanzamos hacia este desarrollo sostenible económico, social y medioambiental. Los problemas mundiales afectan a todos y a todas por igual como ciudadanía global, así como a todos aquellos lugares donde vayamos a viajar.
Seamos claros: son muchos los escépticos que afirman que estos objetivos, al igual que los anteriores Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) no se podrán lograr. No es un buen punto de partida pensar de esa manera, ya que en ese caso es una certeza, y no una duda por la que cada vez mas personas están dispuestas a cambiar. Desde la entrada en el Siglo XXI los niveles de pobreza globales bajaron considerablemente, se percibió un avance en el acceso y la calidad de los servicios sanitarios, se hizo un gran esfuerzo tanto nacional como internacional en mantener la paz y en no provocar situaciones de inseguridad, etc… Es decir, que no lograr los ODM fue un fracaso, pero aun así se consiguieron avances en materias de desarrollo fundamentales lo que animó de nuevo a promover los compromisos de la Agenda 2030 y los 17 ODS.
En Be Wild Be Proud creemos firmemente que toda acción social que impulse este desarrollo sostenible no solo es necesarias, si no que es urgente tratándose de determinados lugares donde nos han llevado nuestros viajes estos últimos años. La situación grave de indigencia de las calles de Madrid, los graves problemas de saneamiento que sufre las calles de Saint-Louis en Senegal, la contaminación de residuos evidente en muchas playas de Tailandia , o el fenómeno luces-sombras de la ciudad de Nueva York, etc. Problemas que aunque estén acentuados en determinados lugares del mundo, se pueden observar al igual que en casa, siempre que viajemos.
La globalización ha puesto en manos de miles de jóvenes viajeros, la posibilidad de viajar a destinos cada más exóticos y llamativos donde el choque emocional, cultural, y físico pueden llegar a ser grandes (una de las mayores adicciones en nuestro caso) y hacen las delicias de muchos de estos “backpacker”. Es por tanto necesario cuestionarse como podemos contribuir también desde esa posición, a una serie de retos globales que suponen el mayor acuerdo mundial actual en materia de desarrollo humano.
Antes de emprender un viaje siempre es conveniente la investigación previa de este. Será difícil poder hacer un viaje como el que aquí recomendamos, si no hemos investigado antes sobre aquellas opciones que nos ofrezcan mayores garantías de compromiso sostenible, si no hemos indagado a cerca de su gente y de su entorno, y si no sabemos como es la realidad social, económica y medioambiental del lugar que visitamos.
¿Si quiero viajar de una manera sostenible tendré que gastarme más dinero?
¿Puedo convertirme en un altavoz del respeto por los derechos humanos mientras viajo?
¿Puedo viajar sin causar un impacto medioambiental constante o elevado?
¿Es seguro viajar con una mochila a la espalda?
¿Merece la pena renunciar a veces a comodidad por sostenibilidad?
ODS 1. Fin de la Pobreza
Las dos regiones del mundo donde la pobreza es exageradamente elevada son Asia meridional y África subsahariana, por lo que especialmente si viajamos a estos lugares debemos de tener en cuenta este compromiso. Aún así, en casi todos los lugares del mundo desgraciadamente sigue estando presente. Todavía hay 736 millones de personas que sufren de pobreza extrema (menos de 1,25$ al día, en valores de 2005) y seguramente estas personas estén repartidas por algunos de los países que hoy en día reciben gran número de turistas al año, y a los que solemos viajar como mochileros y mochileras.
Cuando viajamos, también somos consumidores de servicios como alojamientos, transportes, dietas, excursiones, etc. Consumidores que pueden investigar a fondo aquellas opciones turísticas donde se apoye a familias o personas con pocos recursos, o en los que con los beneficios que se obtengan del servicio ofertado, se incluyan tareas de lucha contra la pobreza directamente (algunas ofertadas por entidades no lucrativas que muchas veces sustentan proyectos de cooperación).
Si estamos viajando, no debemos de caer en la tentación de ofrecer dinero o darlo a aquellas personas en situación de pobreza, teniendo en cuenta que pueden darse muchas situaciones excepcionales en esta situación. Desgraciadamente la imagen del turista o extranjero en determinados lugares está íntimamente relacionada con alguien asistencialista, que sufre al ver situaciones incomodas de vulnerabilidad y dará limosna.
En caso de querer colaborar en la erradicación de la pobreza, merece más la pena apoyar proyectos locales que luchen contra ella y en los que tengamos confianza, ya que quien mejor conoce la realidad del lugar visitado es su propia gente. Por ello, sabrán mejor como orientar la ayuda que quieras prestar.
ODS 2. Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible.
Aunque relacionado con el primer objetivo, este busca garantizar la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición, promoviendo técnicas de producción sostenibles. De esta manera no solo garantizamos la erradicación de la malnutrición actual, si no que no comprometemos las generaciones futuras que también buscarán sus medios de sustento, en la línea de un verdadero desarrollo sostenible.
Prácticamente en cada lugar del mundo, la tierra y el trabajo que se requiere para cultivarla es diferente, ya que dependen de muchos factores como la cantidad de precipitaciones anuales, la calidad de la tierra de cultivo, la mano de obra, las costumbres locales... Poner nuestra fuerza de trabajo al servicio de quien cultive la tierra, nos dará una visión más cercana al día a día de aquella persona que nos acoge, nos ayudará a entender el esfuerzo que conlleva trabajar el campo y lo difícil que es enfrentarse a la meteorología o a factores externos que pueden destruir el sustento anual de una familia completa.
En particular, debemos observar con especial atención a las mujeres, los pueblos indígenas, los agricultores familiares, los pastores y los pescadores: algunos de los colectivos que más dependen de su seguridad alimentaria y sus técnicas de cultivo o extracción. Aprender de ellos, y valorar el esfuerzo que hacen para garantizar su supervivencia es digno de observar, incluso poniendo nuestra fuerza de trabajo a disposición suya como muestra de aprecio y ánimo.
Por último, siempre tendremos la opción de potenciar la economía familiar de aquellos que dependen de materias primas básicas y de su esfuerzo, tratando de apoyar a establecimientos o proyectos que sepamos que repercuten sobre estos actores.
ODS 3. Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
La salud y el bienestar de las personas son condiciones indispensables para el desarrollo humano en todos los lugares del mundo. Por ello, siempre que viajemos estaremos en contacto con él, y en muchas ocasiones lo estaremos constantemente.
Es fundamental evitar formar parte directa o indirectamente de la insalubridad o del inexistente bienestar que existe en muchos lugares del mundo, al menos si no tenemos conocimientos específicos para intervenir en situaciones delicadas. No debemos fomentar bajo ninguna circunstancia la prostitución, la contratación laboral dañina para la salud, o la medicación no recetada o dispensada por personal no sanitario. También debemos respetar siempre el punto de vista y la opinión de los profesionales sanitarios, y por supuesto la tradición y las costumbres o experiencias locales. Nunca deberíamos intervenir en situaciones que requieran de conocimientos especiales como estos. Siempre que nos enfrentemos a situaciones complicadas donde la salud de las personas de tu alrededor o la tuya propia estén en juego, debemos de ponernos en contacto con los servicios de emergencia, y en su defecto de la población local que siempre sabe como actuar en estos casos.
Esto no significa que no debamos de tender siempre una mano, aunque sea a desconocidos que podrían necesitar algo de compañía o acompañamiento para su mayor bienestar. Pero en todo momento debemos de ser conscientes de hasta donde llegan nuestros conocimientos.
Por último, cuando viajamos en constante contacto con quienes nos acogen en el lugar que visitamos, casi siempre obtendremos mayor bienestar unos y los otros, huésped y anfitriones; antes que si lo hacemos de manera individual sin relacionarnos con nadie mas que yo y los míos.
ODS 4. Educación de calidad.
En los últimos años se han conseguido enormes logros en la escolarización y alfabetización en gran parte del planeta. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) consiguieron que la escolarización primaria aumentase considerablemente, consiguiendo que la tasa inicial en el año 2000 se redujese a la mitad hace algunos años. Grandes avances, que aún necesitan de un gran esfuerzo para ser imparables y conseguir que la educación juegue el papel clave que todos esperamos: que sea el motor que haga avanzar al desarrollo sostenible.
Los motivos por los que viajamos pueden ser miles en función de la persona, la motivación, o la finalidad que se persiga. En los últimos años ha crecido el número de jóvenes que deciden apostar por unas vacaciones solidarias, donde además de conocer algo diferente podamos crear un impacto positivo en aquellos que nos acogen. Muchos de estas iniciativas sostienen programas y ofertas de voluntariado que nos dan la posibilidad de trabajar en contextos escolares variados. La implicación de estos voluntarios en periodos vacacionales puede suponer una gran ayuda para que cientos de jóvenes no dejen de asistir a la escuela durante el verano y continúen en ella fortificando su educación. Es una gran opción si nos interesa realmente este ODS. Algunos ejemplos son Por la Sonrisa de un niño en Camboya o Playing Spain ONG en Gambia.
Por otro lado, en caso de viajar por libre siempre podremos llevar en nuestro macuto material escolar general que podamos mas tarde dispensar a escuelas en dificultades o bien que encontremos en el camino. En este caso es siempre mejor tratar con el profesorado particularmente para evitar la imagen del “turista que regala cosas”, y realmente que llegue a usarse en el ámbito escolar que nosotros esperábamos.
Por último, y quizás nuestra acción favorita. A la hora de viajar adquirimos historias, recuerdos, experiencias reveladoras la mayoría de las veces. En caso de ser viajeros empedernidos, podemos acudir a nuestro centro escolar o formativo y proponer dar una charla sobre nuestro viaje. De esta manera podremos hacer hincapié en la necesidad de respetar otras culturas, tradiciones, países y personas, aumentando el interés por la multiculturalidad y reconociendo el viaje como una herramienta de aprendizaje constante y reveladora.
ODS 5. Igualdad de género.
Hoy en día las mujeres y niñas siguen sufriendo desigualdades, discriminación y violencia en casi todos los lugares del mundo. A pesar de los grandes avances en los últimos años en materia de igualdad de género, todavía seguimos siendo una sociedad global mayormente machista.
El movimiento feminista desde hace siglos ha luchado por la liberación y la igualdad total de la mujer y el hombre, habiendo conseguido grandes logros y cambios en el sustrato social, cultural, y organizativo de muchos lugares en el mundo actual.
De esta manera, sabemos reconocer que en muchos de los destinos turísticos a los que viajamos la mayoría, existen gran cantidad de hospedajes, establecimientos, servicios, excursiones, entidades o grupos de personas que son dirigidos o patrocinados por mujeres en donde de manera directa, apoyamos su iniciativa emprendedora.
Conocer e indagar sobre la situación de las mujeres y las niñas en nuestros países de destino, nos dará la posibilidad de hablar con mayor propiedad en caso de que viajando se tenga la oportunidad de sacar el tema junto a una de ellas. Así mismo nos dará la posibilidad de saber hasta que punto podemos tratar de ser altavoces del feminismo en ese lugar en el que nos encontramos, o si podemos intervenir en situaciones claras de vulnerabilidad y desigualdad de la mujer allá donde estemos.
Es también importante destacar en este objetivo, el enorme papel que han jugado las mujeres que han decidido viajar alrededor del mundo no solo en la actualidad si no también en aquellos años donde esta estaba incluso mas que ahora recluida al plano del hogar y de los cuidados. Ellas han sido fuente de motivación para muchas y muchos viajeros que han decidido seguir sus pasos o bien tratar de impulsar en turismo femenino y seguro en todo el mundo. Recomendamos que, a su vez, que en caso de que seas una viajera trates de hablar con otras que hayan realizado antes el viaje o investigues a cerca de la seguridad en el país de destino.
ODS 6. Agua limpia y saneamiento.
Cada agua que sale de un grifo contiene elementos o sustancias propias y diferentes de las demás. En caso de irnos de viaje partimos de la base de que el agua que beberemos será distinta a la que solemos consumir. Nos encontramos aquí ante una coyuntura ya que en numerosos países a los que viajamos es necesario de cara a evitar problemas estomacales o infecciones, beber agua previamente tratada. Es en este punto en el que debemos de ser conscientes del método de tratamiento, o bien del agua que vayamos a beber durante nuestro viaje.
En primer lugar, debemos evitar la compra y el consumo de agua embotellada. Esta se ha convertido en una de las grandes lacras en la lucha contra la producción y distribución del plástico, ya que solo esta industria genera 1,5 millones de toneladas de plástico anuales, de las cuales la gran mayoría acaba sin ser reciclada. Frente al agua embotellada existen multitud de opciones como pueden ser la potabilización del agua mediante sistemas de tratamiento portables, o incluso su filtración a través de elementos sencillos que se pueden adquirir en numerosos establecimientos y en numerosos países, especialmente aquellos que no disponen de un buen abastecimiento y saneamiento.
Por otro lado, es necesario evitar verter cualquier producto que pueda contaminar los sistemas de abastecimiento y de saneamiento al retrete o al alcantarillado, como podrían ser los medicamentos o aceites refinados. Es lógica la advertencia de intentar no desperdiciar agua en vano, especialmente en aquellos lugares donde no este muy limitada o sea escasa. Por último, pero no por ello menos importante debemos advertir de la insalubridad que puede conllevar defecar al aire libre de manera irresponsable sin haber primero realizado un primer surco para después taparlo. Esto por otro lado es desaconsejable si además se cuenta con un lugar habilitado para ello y no se consideraría un “apretón”.
ODS 7. Energía asequible y no contaminante.
Durante los últimos siglos la mayor parte de la energía que hemos usado ha sido no renovable, procedente de recursos naturales limitados. En los últimos años la tecnología y el desarrollo científico nos ha dado la oportunidad de aprovechar aquellas fuentes de energía que se consideran inagotables y renovables. Es por todo ello que la transición energética sigue siendo un factor indispensable en el camino hacia el desarrollo sostenible, tanto por reducir drásticamente los niveles de contaminación como por dejar de esquilmar la mayor parte de los recursos que nos ofrece nuestro ya debilitado planeta.
Viajando aconsejamos atender a las fuentes de energía que se utilizan en aquellos lugares que visitamos, y “premiar” a aquellos que se hayan sumado a la obtención responsable de ella, así como tratar de no malgastarla por lo difícil y complicada que puede resultar almacenarla o conseguirla.
Además, hoy en día existen multitud de gadgets para cargar nuestros móviles o las baterías de las cámaras que podamos llevar con cargadores solares, para utilizar linternas que no usen pilas si no mecanismos como una dinamo, y muchos más. Por último y al igual que en el anterior objetivo de agua y saneamiento, no debemos malgastar la energía que tengamos disponible en ningún momento por la dificultad para obtenerla o por el impacto tan negativo que pueda tener hacerlo.
ODS 8. Trabajo decente y de calidad, y crecimiento económico.
El crecimiento económico y el trabajo decente y de calidad son en pleno Siglo XXI dos pilares fundamentales del desarrollo sostenible. Años atrás se ligaba directamente a estas dos cuestiones con el crecimiento y el desarrollo de los países, hasta que en el año 2015 decidimos concienciarnos con la sostenibilidad de este y añadir a la fórmula del éxito el desarrollo social y el medioambiental. Aun así, estas dos cuestiones siguen siendo el reflejo del bienestar de un país en términos cuantitativos. Si el empleo y la economía crece, habrá mayor bienestar para las personas: es sencillo.
Mientras viajamos estamos en constante contacto con personas que están trabajando y con la posibilidad de crear un impacto económico positivo en ellas o en las entidades que las contratan. Es necesario entonces que podamos discernir entre quien esta trabajando a gusto, cómodo y con cierta seguridad, y quien lo esta haciendo en contra de su voluntad o en circunstancias denigrantes para cualquier persona. Aunque pueda parecer cruel, es necesario no potenciar un trabajo de mala calidad, infantil, o inseguro que únicamente potencia el subdesarrollo de la persona trabajadora. En estos casos quizás hasta podamos explicar al encargado/a de estos trabajadores/as que no hacemos uso de sus servicios, por las malas condiciones en las que realizan su trabajo las personas contratadas para ello. Quizás de esta manera consigamos sensibilizar a quien así lo haya decidido.
Por último, en el mundo globalizado en el que vivimos, casi siempre que viajamos podremos encontrar varios tipos de negocios o servicios que se adaptarán a nuestras necesidades. Pero como también ocurre en nuestros lugares de origen, reconocemos que consumir o gastar en un lugar donde sepamos que los beneficios los recibe una familia local o un joven emprendedor suponen mucho mejor destino que consumir en grandes franquicias o en negocios multinacionales. Debemos mas que nunca en este caso, pensar y actuar localmente para apoyar un crecimiento económico local continuado.
ODS 9. Industria, innovación e infraestructura.
En este objetivo concreto tendremos que reducir nuestras recomendaciones a las materias que afecten a la innovación, las infraestructuras y la industria turística concretamente, y que tanto puede dar de sí.
En primer lugar, es necesario apoyar la investigación para reducir la contaminación de aviones especialmente u otros medios de transporte mientras viajamos. Podemos investigar la huella de contaminación que tienen los vuelos que cogemos sin ir mas lejos, premiando y apoyando a las compañías que menos contaminación dispensen al aire, así como igualmente podemos hacerlo en la industria hotelera o de restauración de nuestros destinos turísticos.
La innovación turística es fundamental a la hora de garantizar que se ven incrementados el numero de turistas que apuestan por un desarrollo sostenible y que buscan destinos, paquetes organizados o excursiones donde además de la belleza, el descanso o el bienestar también se busca la sostenibilidad. Existen multitud de elementos innovadores en el mundo turístico que tratan de promover estos valores, intentando buscar el equilibrio perfecto entre recepción de visitas turísticas y sostenibilidad ambiental, social y económica para la población local. Contratarlos y apoyarlos es una decisión nuestra.
Respecto a las infraestructuras, se debe tener en cuenta que a la hora de hacer uso de algunas de ellas que su construcción o mantenimiento puede estar ligado a causas directas de vulnerabilidad social o medioambiental para muchas personas. Hacer uso de estas significaría legitimarlas, por lo que recomendamos que antes de utilizarlas sepamos reconocer su naturaleza y su funcionalidad.
ODS 10. Reducción de las desigualdades.
Resulta curioso afirmar que, aunque en los últimos años los ingresos entre países se han reducido considerablemente, dentro de muchos de estos ha aumentado. A nivel global, los datos afirman que las diferencias en niveles de bienestar se reducen, pero no sirve de nada si estos datos reflejan que dentro de las fronteras de muchos de estos se incrementan aumentando la brecha social interna.
Es necesario para el desarrollo sostenible promover la completa inclusión social, económica, medioambiental y política de las personas, independientemente de su edad, sexo, raza, discapacidad, origen, religión, situación económica, condición sexual, etc. El acceso a servicios sanitarios, educativos o bienes productivos ha de ser igual para toda la población, garantizando el mínimo bienestar y la igualdad formal e informal entre esta.
Esta es una realidad que podemos observar a simple vista en casi todos los lugares del mundo. Como turistas debemos ser conscientes de las desigualdades que observamos en nuestros destinos, y actuar en consecuencia. Volvemos a hacer referencia a aquellos servicios turísticos ofertados por entidades o personas en situación de vulnerabilidad y que con nuestro apoyo quizás puedan continuar realizando sus labores. Atender las necesidades de la población más vulnerable quizás pueda sobrepasar nuestra capacidad de actuación como nómadas en ese lugar, pero siempre podemos tratar de entender bien el contexto y la situación en la que viven estas personas, y formarnos una imagen mas real de las luces y las sombras que están presentes.
ODS 11. Ciudades y comunidades sostenibles.
Hoy en día las ciudades son el reflejo de nuestros desafíos más inmediatos. Solo el 3% de la superficie del planeta está ocupada por ciudades, pero en cambio estas son las que consumen más del 80% de los recursos naturales. El concepto de “Smart cities” hace referencia a las ciudades inteligentes del futuro, que además de sostenibles suponen el epicentro de los movimientos sociales y culturales más importantes de la actualidad.
Hace cientos de miles de años que el ser humano comenzó a organizarse en grupos de personas más grandes, que brindaban seguridad y bienestar al conjunto. Hoy en día desgraciadamente estos grupos de población no siempre conviven en armonía y en paz, ya que en las ciudades y comunidades es donde se ve de manera más tangible los efectos de las desigualdades o la contaminación, dos de los grandes desafíos del futuro.
Nuestros consejos aquí se delimitan al momento del viaje, aunque también como ciudadanos y ciudadanas debamos de plantearnos ser motores de sostenibilidad en nuestras urbes en nuestros “viajes” diarios. Con una mochila a la espalda, lo que mejor podemos hacer es fijarnos en los sistemas de organización social sostenibles que existen allá donde viajamos e indagar y aprender de ellos. También podemos indagar acerca de que servicios podemos contratar que potencien iniciativas de sustento social y sostenible en sus comunidades, además de ayudar con nuestra fuerza de trabajo, conocimientos y dedicación a sacarlas adelante. Existen numerosas iniciativas políticas, sociales y económicas que hoy en día que protegen a las diferentes comunidades más vulnerables y que potencian su desarrollo sostenible para el futuro, empoderándolas ante posibles cambios bruscos en los que podemos participar durante nuestro viaje.
En nuestro viaje a Senegal, te contamos la historia de Mamadou , su familia y su comunidad sostenible. (Ver Historias africanas: Ziginchor y la Isla de Efran)
ODS 12. Producción y consumo responsables.
Al igual que en el ODS 8, este Objetivo está íntimamente relacionado con nuestros hábitos de consumo y contratación de servicios mientras viajamos. El consumo irresponsable es a día de hoy una de las mayores lacras para el cumplimiento de casi todos los demás ODS. Mas de siete mil millones de personas forman parte hoy en día de un sistema de mercado y de consumo prácticamente único, donde casi todo lo que podamos imaginar podemos adquirirlo en cualquier lugar del mundo en tiempo récord.
Debemos reconocer que también cuando viajamos somos consumidores del Siglo XXI, y ello conlleva que debemos hacer un especial esfuerzo por consumir de manera responsable. En que gastamos o que consumimos es el reflejo de quienes queremos ser nosotros y el mundo que nos rodea. Por lo tanto, no hay lugar en caso de irnos de viaje para olvidar estas premisas.
Aquí los consejos una vez más, comienzan antes de emprender el viaje. Investigar sobre cuales son las distintas opciones a la hora de consumir o adquirir productos determinados, nos dará una visión mas clara de la necesidad de apostar por un consumo responsable tratando de no desperdiciar alimentos o materias primas, reduciendo nuestros desechos, o consumiendo productos ecológicos y sostenibles. La multitud de opciones que existen para llevar a cabo un turismo responsable son un perfecto escaparate para adaptar nuestro viaje a los compromisos globales, y hacer uso de ellos no solo los empodera frente a otras opciones turísticas menos solidarias si no que apoya la creación de nuevas empresas o entidades turísticas sostenibles.
El agua, la energía y la alimentación son tres de los productos de los que hacemos uso diariamente también cuando viajamos y en las que podemos pasar a ser consumidores responsables con un esfuerzo mínimo. Respecto al agua (ODS 6) existen filtros especiales o pastillas potabilizadoras que podemos adquirir para poder evitar la compra masiva de agua embotellada. Respecto a la energía (ODS 7) podemos premiar a los establecimientos que la consigan de manera limpia y respetuosa con el medioambiente.
Por último, respecto a la alimentación, siempre merece la pena cuando estamos viajando probar la gastronomía local, entendiendo de donde vienen los productos principales y reconociendo su singularidad.
ODS 13. Acción por el clima.
La crisis climática afecta por igual a todos los territorios del mundo, al igual que muchos otros ODS. Tiene un claro impacto negativo en la vida de las personas tanto actualmente, como lo tendrá si no le podemos solución a corto, medio y largo plazo. En caso de no hacer nada y seguir al ritmo de contaminación atmosférica actual, se calcula que la temperatura media del planeta habrá aumentado en 3º antes de que acabe este siglo. Ello tendría consecuencias desastrosas para las personas y para su hogar común: el planeta tierra; provocando subidas en el nivel del mar, olas de calor y de frio extremas, desaparición de especies animales, vegetales, e insectos, …y todo ello afectando especialmente a las personas mas vulnerables.
El acuerdo de París que entró en vigor en 2016, alienta a todos los países del mundo a realizar acciones para evitar la subida de temperatura del planeta, que podría tener efectos devastadores en el presente y en el futuro. En caso de que la temperatura siguiera aumentando podríamos llegar a perder grandes reliquias de la humanidad y que son destino todos los años de miles de personas que viajan para encontrar aquellas maravillas que se esconden en nuestro planeta. Cuando viajamos esperamos poder elegir entre una visita al Perito Moreno de Argentina, zambullirnos en la barrera de coral australiana o en las islas de Tailandia, pero no podremos hacer nada de ello si no conseguimos reducir los niveles de gases contaminantes que expulsamos a la atmósfera.
Por ello, mientras viajamos podemos ser un altavoz de la necesidad de evitar el calentamiento global. Algunas opciones serían tratar de movernos en transportes sostenibles y respetuosos con el medio ambiente ( andando o en bicicleta) , tratar de evitar la compra de productos o contratación de servicios que procedan de empresas o industrias poco comprometidas con el clima, o bien como siempre comentamos: intentar transmitir este compromiso a personas que realicen practicas no respetuosas con el clima y que apoyen aunque sea indirectamente al cambio climático.
ODS 14. Vida submarina
Aunque no lo parezca, este ODS está íntimamente relacionado con el turismo. Como comentábamos al principio de esta entrada; el Siglo XXI ha puesto en manos de miles de personas la posibilidad de desplazarse grandes cantidades de kilómetros en muy poco tiempo, y a un precio relativamente barato. Teniendo en cuenta que muchos/as mochileros/as aprovechan sus vacaciones de verano para viajar, es lógico que este lo realicen a zonas con salida al mar e incluso donde su ecosistema depende gran parte de él. Tailandia, Vietnam, Camboya, Croacia, Sicilia, Brasil, Indonesia, Maldivas, …y muchos mas lugares con salida al mar son elegidos como destino turístico, y desgraciadamente en muchas ocasiones no estamos a la altura de su mantenimiento ni de nuestro compromiso como agentes globales.
Miles de toneladas de residuos son cada año escupidas al mar tanto por estos viajeros como por su población local que aún quizás no esta lo suficientemente familiarizada con el problema que puede llegar a desencadenar esta práctica. Es nuestra responsabilidad no contaminar los mares y la vida submarina especialmente en países como estos que ya han comenzado a reestructurar sus permisos turísticos por miedo a que sigan contaminándose por la presencia masiva de turistas irresponsables. Debemos por tanto no solo no contaminar a titulo individual, si no evitar que lo hagan los demás.
En caso de viajar en grupo, es importante que unos a otros se recuerden la responsabilidad de no contaminar el mar y de recoger la totalidad de nuestros residuos tratando de gestionarlos de manera responsable. Además, en caso de tener confianza también podemos tratar de concienciar a aquellas personas locales a la que vemos contaminando el medio marino.
Por otro lado, es nuestra labor elegir si contratar servicios en el mar que no tengan unas garantías de sostenibilidad lo que seguramente produzca un impacto negativo en el medio. En definitiva, toda vez que vayamos a visitar países con zonas costeras, es necesario tener presente que los océanos y mares representan un enorme pilar en nuestro ecosistema tierra por lo que es fundamental mantenerlos limpios y no contaminarlos.
ODS 15. Vida de ecosistemas terrestres.
En el año 2019, se calcula que 1600 millones de personas dependen directamente de los bosques para su sustento. Además, alrededor del 80% de las especies terrestres de animales, plantas e insectos habitan en ellos. Sería muy complicado irnos de viaje, sin caer en algún lugar en el que estos datos estén representados.
Ante toda duda, la norma general sería contribuir al cuidado del medio ambiente en el que estarían representados casi todos los ODS. Existen muchas ocasiones donde podemos interaccionar con los ecosistemas terrestres mientras viajamos: donde están ubicados y con qué credenciales cuentan los alojamientos, restaurantes o servicios de los que hacemos uso sin ir más lejos. En casi todos los lugares del mundo ya podemos encontrar ofertas ecológicas, sostenibles, o respetuosas con el medio terrestre en el que se encuentran o del que hacen un uso correcto y ético del entorno. Los bosques a si mismo, son lugares donde se concentran enormes cantidades de animales, insectos y plantas. Nuestro compromiso ha de ser conocerlos y disfrutarlos para entender su importancia, tratando de evitar cualquier tipo de impacto negativo a nuestro paso e incluso ayudando a labores de conservación y divulgación.
ODS 16. Paz , justicia e instituciones sólidas. n social mediante nuestras plataformas sociales disponibles. Denunciar públicamente prácticas abusivas que están presentes en varios lugares del mundo como la deforestación, la perforación ilegal o la industria extractiva de los recursos naturales masiva global puede sensibilizar a quienes solo creían que había belleza y bienaventuranzas en aquellos lugares donde también se abusa del medio y de lo que este dispone al ser humano salvaje.
ODS 16. Paz , justicia e instituciones sólidas.
La paz y la seguridad son condiciones casi indispensables a la hora de elegir el destino de nuestro viaje. Hoy en día existen numerosos lugares en el mundo que están afectados por inseguridades o conflictos, y que no permiten a la población afectada preocuparse por su desarrollo, así como tampoco permiten que los turistas lleguen al país por miedo a sufrir las consecuencias de esta inestabilidad.
Los diferentes cuerpos judiciales y de policía son los órganos institucionales que mas se ven afectados por la corrupción, el robo, el soborno o la evasión impositiva a nivel mundial, las principales lacras dentro de los aparatos del estado de medio mundo. Aquí, nuestro papel como turista es mantener una posición firme (siempre que la situación y el contexto lo permita) si somos inocentes de aquello que se nos acusa, y no aceptar ningún tipo de concesión tanto si nos benéfica como si nos perjudica de ningún agente. Levantar la mano ante estas situaciones puede llegar a ser necesario en determinadas situaciones que puedan considerarse mas peligrosas, pero por norma general hacerlo significa aprovecharnos y empeorar la situación de una administración que ya por si sola tiene grietas evidentes.
Por otro lado, han sido grandes periodistas, escritoras/es, antropólogas/os, aventureras/os, exploradoras/es, etc. quienes han sabido en numerosas ocasiones como transmitir por un lado la belleza de un lugar y su gente, y al mismo tiempo el horror que suponía la guerra y el conflicto en este mismo. Cuando observamos Camboya, reconocemos un país repleto de tesoros: su gente, su entorno natural, su excepcional y rara “cultura”, su majestuosidad tradicional, … Pues bien, son numerosos los turistas que la visitan cada año, y ninguno de ellos podrá llegar a conocer este país si no es capaz de comprender la magnitud y el impacto brutal que causo en el desarrollo de esta joya escondida, el brutal régimen de Pol Pot hasta finales del siglo XX.
Es nuestra responsabilidad en caso de ser un turista comprometido con el desarrollo sostenible, indagar a cerca de la historia de los países que visitamos. Mas aún si esta incluye etapas donde se puedan observar fácilmente los estragos de las guerras, la corrupción, la inseguridad o el rapiñeo político – económico. Son estas las que desgraciadamente nos consiguen concienciar más sobre la necesidad de mantener unos estados de derecho competentes y sólidos, donde la fraternización y los compromisos globales sean capaces de poner a todos y todas a trabajar por objetivos en torno al desarrollo social, económico y medioambiental.
ODS 17. Alianzas para lograr los objetivos.
Ser altavoz de estos objetivos. Expandir el compromiso global.
En el último objetivo debemos destacar la necesidad de que los actores relacionados con el turismo, apuesten por modelos de negocio sostenibles que beneficien y causen un impacto positivo a todos aquellos que formen parte de la experiencia turística, incluido el planeta. No hay vuelta atrás en muchos de los compromisos globales que hemos explicado aquí, por lo que también cuando viajamos debemos de ser conscientes de que nuestro viaje esta creando un impacto social y medioambiental.
Las alianzas entre entidades del sector turístico son necesarias para conseguir adaptarse a estos nuevos tiempos, que requieren tanto de cambios drásticos en el modelo de negocio de estas empresas, como de cambios en la demanda y en la forma de viajar de muchos. Por nuestra parte es fundamental que seamos conscientes de la importancia que tiene que todos y todas conozcamos estos ODS. Ayudar a su difusión daría la posibilidad de que todos hablásemos en un “mismo idioma” en torno al desarrollo sostenible, nos uniésemos en iniciativas en torno a cada uno de los ODS ,marcaría la pauta a seguir en muchas acciones cotidianas de nuestra vida, y como no: nos ayudaría a viajar de manera responsable, no solo evitando influir negativamente como turista en un lugar o en su gente, si no mejorando todavía mas el lugar y las personas con las que estamos en contacto día a día.
En Be Wild Be Proud hemos creado nuestra propia alianza de colaboradores/as, en la que exponemos que puede suponer viajar tanto para el “espíritu” como para el conocimiento, incentivando el viaje como herramienta de acción y revelación social. Viajar nos abre la mente y nos regala experiencias reveladoras que, sin duda alguna, suponen una ventana al mundo y a la posibilidad de conocer las necesidades de este.
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