El domingo 21 de mayo de 2017, el que se denomina a si mismo como “un amante de la montaña” subió a la más alta (Monte Everest de 8848 metros) en tan solo 26 horas desde que salió del Monasterio de Rongbuk situado a 5100 metros.
Desde hace años, este deportista nos ha sorprendido con sus récords de tiempo en subir a McKinley , Aconcagua , MontBlanc y ahora lo ha realizado de nuevo, pero esta vez en el techo del mundo.
Su proyecto: Summits of my life (http://summitsofmylife.com/es#/proyecto) consiste en establecer los récords de ascenso y descenso de algunas de las montañas mas emblemáticas y poderosas del mundo. Dice: “El proyecto va ligado estrechamente a unos valores y a una manera de entender la montaña purista y minimalista.”
Quizás la manera de entenderla sea minimalista pero la gesta que realizó aquel domingo ha sido sin duda grandiosa, inhumana, poderosa. Encarnado en su figura, todos los amantes de la montaña hemos visto como un proyecto ambicioso y extremo puede llevarse a cabo siempre acompañado de trabajo, perseverancia, y respeto por la naturaleza.
En 2016 ya intentó la gesta pero aquella vez tuvo que desistir por peligro de avalancha. Entonces comentó: “Nos llevamos una gran experiencia y un buen aprendizaje para la próxima". Pareció ser verdad y aquel día por fin consiguió uno de sus sueños .Y con el, todos nos llevamos un trozo de motivación y superación.
Enhorabuena Kilian. ¡Menudo animal!
Nacho Pamies (@nachopamies)
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